En un año como este en el que la cosecha cinematográfica ha rozado lo excepcional y productos de calidad provenían hasta de los rincones mas comerciales de la industria; incluso veteranas franquicias como ‘Harry Potter’ nos han entregado momentos notables. Los géneros mas populares deparaban notables sorpresas; desde Robert Rodríguez revisitando el terreno de la b-movie que junto a Tarantino ya abordase en el programa doble de “Grindhouse”; al debut como director de un actor de la talla de Diego Luna con una inteligente comedia familiar; pasando por asombrosos cambios de registro como los de los aclamados directores indie Anna Boden & Ryan Fleck, inspirandose en las comedias teen de John Hughes; o el de un recuperado Fernando Trueba (cuya ‘Belle Epoque” se menciona en la trama de “The Fighter”) formando equipo con Javier Mariscal para introducirse en el campo de la animación. Sin olvidar a Todd Solondz, quien dos décadas después le daba continuidad a la cima de su carrera, “Happiness”.
La creciente fiebre de Hollywood por el remake de éxitos recientes del cine internacional aplicandoles su formula mainstream producía una inesperada gema en “Dejame Entrar”, adaptación del clásico de vampiros dirigida por el efectista director de “Cloverfield”. Una obra tan lograda como innecesaria por su absoluto parecido con el reciente éxito indie sueco en el que se basa. Y Lo que “Dejame entrar” hacía por el mundo de los vampiros; la mexicana “Somos lo que hay” lo repetía con el de los caníbales; de algún modo humanizando el mito al convertirlo en escalofriantemente cotidiano.
El mundo del suspense tuvo en el director español Rodrigo Cortés a su mejor representante, retomando el espíritu de Hitchcock con un thriller tan eficaz como sencillo. Y el de la comedia romántica era rescatado por los franceses de años de mediocridad made in USA, con la divertida y original “Los Seductores”. En el apartado de inclasificables el Británico Gareth Jones nos ofrecía una road movie de autor, camuflada bajo el trasfondo de una invasión extraterrestre.
Tras el salto, 10 películas que nos rompieron los esquemas o se convirtieron en nuestros pecadillos del año.