El año pasado ha estado tristemente poblado de todo tipo de decepciones: algunos de nuestros autores favoritos patinaban estrepitosamente; otros cambiaban de registro con resultados descorazonadores; varias adaptaciones literarias de campanillas hacían aguas y el cine comercial nos daba muestras irrefutables de que ha terminado por zamparse al antiguo cine independiente que tan renovadas muestras de talento trajese consigo durante los ochenta y los noventa. Los siguientes diez títulos prometían mucho, pero no estuvieron a la altura…
10-AGORA
Alejandro Amenabar
En un año en el que otro director español con fama internacional también daba muestras de fatiga creativa, Alejandro Amenabar se embarcaba en una espectacular gesta de la que no salía del todo bien parado.
Al inquieto cineasta se le puede elogiar por su ambición y su continuo cambio de género cinematográfico, pero su llegada a la épica histórica no terminó de funcionar a pesar de su inteligente coartada para denunciar la barbarie que provoca la intolerancia religiosa. La historia de Hipatia, una de las primeras mujeres filosofas y astrólogas, que en la antigua Alejandría moría asesinada en el marco de las revueltas religiosas propiciadas por el auge del cristianismo no estaba a la altura de sus buenas intenciones. Ni la presencia de Rachel Weitz, ni su mas que notable diseño de producción conseguían salvar un guión demasiado simplista y previsible.
9-(500) DIAS JUNTOS
Marc Webb
Un deslumbrante guión que a modo de puzzle iba saltando atrás y adelante, juntando las piezas de una relación frustrada entre dos modélicos jóvenes de hoy en dia, casi conseguía disimular las absoluta oquedad de una historia absurda y sus personajes de cartón piedra. El proceso de usurpación de los valores estéticos del antiguo cine y música independientes –incluyendo momentos de karaoke con temas de Pixies; menciones a las letras de Los Smiths o Belle & Sebastián- o la acumulación de situaciones (forzadamente) naturalistas nos hacían llegar a la conclusión de que el cine indie tal y como lo conocíamos ha llegado a su fin. La industria ha encontrado el nicho del mercado donde explotarlo, convirtiendolo en otro subgénero sin alma, exento de todo aquello que un día le hiciera brillar como una revolución contra lo establecido.
8-DESDE MI CIELO (THE LOVELY BONES)
Peter Jackson
La adaptación cinematográfica de la popular novela de Alice Sebold no parecía a priori tarea fácil. Su tono a medio camino entre el ámbito de lo real y el de lo espiritual, narrando el terrible asesinato de una adolescente desde la perspectiva de la victima tras morir. Alternando la aceptación de su nueva condición como espíritu con el modo en que contempla las repercusiones que su fallecimiento tiene en su familia o los siguientes pasos de su verdugo. El equilibrio entre el mundo espiritual y el real iba a ser siempre un hueso duro para resultar convincente. Lamentablemente, ni el veterano responsable de llevar las fantasias de Tolkien al celuloide pudo conseguirlo. Peter Jackson se inventaba un personal mundo de ensueño para plasmar la condición post-mortem de la protagonista que no terminaba de cuajar. Pero era en el mundo real donde la cosa verdaderamente hacía aguas, con un reparto de lujo (Susan Sarandon, Rachel Weitz –que no ha tenido suerte con sus elecciones este año; Saoirse Ronan; Mark Walhberg) cuyos personajes carecían de la profundidad necesaria para dotar de la credibilidad terrenal que tan crítica resultaba para este atípico drama.
7-LOS LIMITES DEL CONTROL
Jim Jarmusch
La crítica española con muy buen tino calificaba a la última obra del autor independiente americano de “thriller lentuno”. Jim Jarmusch parece haberle cogido el gusto a los desarrollos paulatinos y las historias tan minimales que parecen no contar nada y ser meros ejercicios de estilo. En este caso siguiendo a un asesino a sueldo, que va intercambiando instrucciones con una serie de misteriosos personajes a lo largo y ancho de la geografía hispana. La mayoría de actores del excelente reparto (Tilda Swinton; John Hurt; Bill Murria; Gael Garcia Bernal…) parecían a propósito encontrarse fuera de su registro dramático; mientras que la bonita fotografía, unida a la ausencia de un desarrollo claro convertía al filme en un velado publi-reportaje sobre Madrid y Andalucía al modo en que “Vicky Cristina Barcelona” ya lo fuera de la ciudad condal y Oviedo, pero sin sentido del humor alguno. Jarmusch, parece, se quedó un poco corto al calcular los límites de su propio control.
6-GENOVA
Michael Winterbottom
Otro director todoterreno que ha venido cambiando de géneros como si fueran los cromos de una colección que ha de completar a toda costa; Michael Winterbottom llegaba a uno de los momentos mas bajos de su notable, si bien un tanto difusa, carrera con este drama familiar, revestido de cierto toque sobrenatural un tanto velado, en el que Colin Firth se llevaba a su familia a unas largas vacaciones en “Genova”, buscando un cambio de aires tras la trágica muerte de su esposa en accidente de tráfico, provocado involuntariamente por los jugueteos de una de sus hijas. Lamentablemente, ni la manera en una de las niñas se enfrenta a su culpa, provocando oníricas apariciones maternas y la otra a la pérdida de su madre y los sentimientos encontrados hacia su hermana; ni las desventuras de la familia en su estancia italiana ofrecían mayor interés a una audiencia que, sabiamente, le dio el rostro.
5-EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON
David Fincher
Lanzada de cara a los Oscar rodeada de un aluvión de nominaciones; basada en un relato corto de Robert Louis Stevenson –después descubriríamos que considerado menor-; dirigido por el hasta ahora impecable David Fincher y con otro elenco de campanillas encabezado por Brad Pitt y Cate Blanchett; algunos la comparaban con ‘Forrest Gump’y otros con una especie de gesta heroica, pero ‘Benjamín Button’ resultaba poco mas que unas muy largas dos horas y media para mayor gloria de los efectos visuales que hicieron verosímil la implausible historia de un hombre cuya vida va al revés y en lugar de envejecer se hace mas joven; mientras las de los demás siguen su curso normal. Sin ser sustentado por conclusión vital, moral o intelectual alguna; el proyecto se quedaba muy escaso y dejaba mal sabor de boca tras toda la aparatosidad con la que fue concebido.
4-CHERI
Stephen Frears
A priori figuraba entre las películas mas esperadas del año. Un Stephen Frears en plena forma tras el éxito de ‘La Reina’; La vuelta de Michelle Pfeiffer y una adaptación literaria de la novelista francesa Colette hacían pensar en un retorno a los tiempos dorados de “Las Amistades Peligrosas”. Sin embargo, la historia del amor entre cortesana adinerada y joven mantenido, interrumpida por el anuncio del matrimonio del segundo, se desmoronaba desde el principio.
La relación entre Pfeiffer y Rupert Friend resultaba inverosímil, careciendo de la menor química; la ironía y apertura de miras original se perdía en un guión que no conseguía capturar el espíritu de la novela. Todos aquellos que llevában tiempo esperando ver a la Pfeiffer finalmente reconocida por la Academia, se pusieron ya a rezar para que la industria le ofrezca una oportunidad más.
3-UN LUGAR DONDE QUEDARSE
Sam Mendes
Un debut tan destacado como ‘American Beauty’, acabó por ser un obstáculo para la carrera de Sam Mendes, cuando sus siguientes pasos como director palidecieron en comparación. El año pasado se recuperaba con una impecable adaptación de la clásica obra de Richard Yates “Revolutionary Road”, para poco después dar un sorprendente giro de 360 grados, anunciando la llegada de su primera comedia. La elección de actores provenientes de series televisivas ofrecía un toque a la vez fresco y modesto que no disminuía para nada el creciente interés por “Un Lugar Donde Quedarse”. Fue tan solo una lastima que ese itinerario de la pareja protagonista, esperando niño y agotando las posibilidades de visita a amigos y familiares en busca reubicación, no tuviera ni pizca de gracia. Pequeños cambios le hubieran podido convertir en otro competente drama, en el que sin duda el marido de Kate Winslet hubiera dado lo mejor de sí.
2-INVICTUS/GRAN TORINO
Clint Eastwood
Tras años afianzando una intachable reputación como uno de los mejores en el gremio de directores, Clint Eastwood lograba defraudarnos por partida doble. Primero llegó “Gran Torino”, su chantaje emocional a Hollywood para que le reconociesen también como actor; terreno en que sus años de Harry el sucio le han restado gran parte de credibilidad. “Gran Torino” estaba sólidamente escrita y dirigida, pero su ahínco por reivindicar valores añejos, frente a los de un mundo actual echado a perder, y su auto proclamación como héroe de la tercera edad, desprendía un cierto tufillo intolerante, racista, y peor aún, falso que no ayudaba nada. Después llegaría la todavía inferior ‘Invictus’, en la que lo que podía haber sido un digno biopic sobre la presidencia de Nelson Mandela, se reducía a un episodio destacando el buen hacer conjunto de valores patrióticos y atléticos en la formación de la identidad de la nueva Sudáfrica. Una historia real en la que supuestamente Mandela utilizo el triunfo del equipo nacional de rugby para generar orgullo nacional tanto en blancos como negros, que resultaba aburrida como pocas, habiendo sido más adecuada como material para un documental.
1-ANTICRISTO
Lars Von Trier
Plagada de tantos fallos que resulta difícil destacar los más importantes, ‘Anticristo’ se anunciaba como la incursión de Lars Von Trier en el género del terror. El mismo director la justificaba como el producto de una época de depresión, lo que no nos sorprende en absoluto si juzgamos los resultados. El iconoclasta danés revistaba el modo de hacer terror en los setenta y se inventaba una premisa de andar por casa, “la naturaleza es el escenario del diablo”, para redondearlo todo con excesivas escenas de castración masculina en las que la promoción de la película se ha basado casi exclusivamente. Las famosas imágenes, fantásticamente fotografiadas, no daban para tanto escándalo. El resto de la película transcurría entre el aburrimiento y la risa, ante los inútiles esfuerzos del director por dotar de una explicación psicológica al mas que excesivo comportamiento de una madre que se retira a su refugio a la montaña para ser tratada por su marido psicólogo del bajón generado por la muerte de su hijo. Mas que ‘Anticristo’ debió titularse ‘Sindios’. Pensar que en la próxima Lars se adentrará en el género de las catástrofes si que pone los pelos de punta. La muy juiciosa Penélope Cruz ya le ha dado calabazas.