Bradford Cox seguía manteniendo el frenético ritmo de composición y este año le tocaba el turno a un nuevo trabajo con su banda. Como le pasara a muchos otros pioneros del revival shoegaze, el tercer esfuerzo de Deerhunter mostraba una menor influencia del popular género británico. En su lugar, se expandía su paleta musical a través de una más amplia exploración de la psicodelia y otros sonidos “nostálgicos”. La calidad de sus canciones seguía intacta, con Cox aportando otro nuevo puñado de clásicos a la colección de los ya existentes.