El regreso de Sufjan Stevens nos dejó un regusto agridulce. No porque ‘The Age Of Adz’ no sea un buen disco, sino porque tras toda esta espera no ha podido acercarse a la altura de su oferta anterior. Lo primero que descubríamos es que el proyecto de un disco por cada estado de la unión se aparcaba definitivamente; después que la producción de ‘Adz’ era una vuelta a los simples sonidos electrónicos de sus primeros trabajos, noticias ambas que no fueron precisamente recibidas con alegría. Comparando a su alrededor, Stevens demuestra que esta muy por encima de la media y es capaz de seguir generando trabajos de calidad, pero a pesar del notable esfuerzo, no consiguió desterrar nuestros recuerdos de Illinois, ni siquiera los de Michigan.