Para el título de su tercer trabajo, KanYe West seguía jugando con el tema de su falta de educación universitaria. Tras el indudable éxito de sus dos primeros discos, confirmándolo como el artista masculino de mayor éxito del pop y hip-hop norteamericano; le llegó el momento de la “Graduación”. Un álbum en el que cada tema estaba concebido para ser un éxito, asemejandose más a una recopilación. “Flashing Lights” con sus futuristas ráfagas de sintetizador destacaba de entre sus cortes. Su asombroso y censurado video, cortesía del siempre imaginativo Spike Jonze, también dejaba imborrable huella.