¡¡Aaah!!, la magia de la música popular, siempre objeto de duras críticas por inducir a mentes jóvenes e impresionables hacia comportamientos depravados. Ya sea el rock and roll que fuera saludado como la música del diablo; el rap, censurado como responsable de fomentar la violencia callejera o el Bakalao por promover el consumo de estupefacientes (¿esta sí, esta no?), ejemplos sobran a lo largo de la historia.
La mas reciente polémica en ciernes, llega a través del relativamente conservador genero del R&B, la popular música urbana, más preocupada de patrocinar el consumo de marcas de lujo con la eterna promesa de un estilo de vida sexy, a través de los (generosamente) voluptuosos contorneos de estrellas como Mariah Carey o las vulgares piruetas de Fergie, da otra vuelta de tuerca en zafiedad y desatino, encontrándose a punto de fomentar un curioso hábito entre una nueva generación: el olisqueo genital.
La responsable, una hasta ahora desconocida vocalista llamada Riskay y su tema “Smell yo dick” (Oler tu cola), cuya simpática letra reza lo siguiente: “Cuando llegas a casa; a las cuatro de la mañana; algo se esta cociendo; ¿Puedo oler tu cola?”, no dejando duda alguna sobre las intenciones de la artista; quién presa de los celos, propone este gráfico test ante una posible situación de infidelidad de pareja.
La canción, cuyos meritos no se extienden mas allá de la anécdota, ha sido hasta ahora juiciosamente condenada al ostracismo por los medios de comunicación, pero su infatigable ejecutora acaba de rodar un video que ya disponible en canales habituales. Si en dos años, tres cuartas partes de las quinceañeras terrestres han adoptado ésta drástica práctica, al menos sabremos de quién fue la culpa.