El 2011 no fué en sorpresas; algunas de ellas pequeñas, pero anticipando cosas mejores .Por el mundo, ‘Attenberg’ de Athina Rachel Sangari elevaba las esperanzas de una nueva ola del cine griego, probando que la aclamada ‘Canino’ no fue un caso aislado; Latinoamérica daba variadas muestras de buena salud (Las Acacias; Post Mortem..) y en los USA entre otras notables alternativas a la típica carnaza de multiplex se incluían trabajos tan logrados como ‘Moneyball’, el drama situado en el mundo del beisbol de Benoit Miller; la rencarnación del espíritu de pelis juveniles ochenteras que JJ Abrams hacía en ‘Super 8’ o, a mayor escala, las prisas para completar los filmes individuales que nos presentan a los personajes del univers0 Marvel, con miras al masivo blockbuster que los reunirá a todos en ‘The Avengers’.
Todos ellos, sin embargo, casos menores comparados con aquellos casos que mas nos llamaron la atención. El Top 10, a continuación
Desde hace cierto podría argumentarse que Hollywood hubiera estado intentando recuperar el tradicional mundo del ‘Peplum’ (literalmente significaba ‘espada y sandalias’, un popular género de cine de poco presupuesto realizado en Italia durante los 50 y 60. Sus películas se basaban en épicas historias bíblicas o mitológicas, a menudo sin mas logro que servir de escaparate a los físicos de sus actores). A pesar de sus impresionantes producciones, ejemplos recientes como ‘300’ (elegida por Roberawards como peor película en el año de su lanzamiento) o ‘Clash Of The Titans’ fácilmente podían catalogarse como parte de ese no tan ilustre grupo. Hizo falta la llegada de un antiguo director de video clips, Tarsem Singh, y su barroca imaginación para dignificar a esta antigua factoría precedente del B-movie añadiendo el elemento añorado: un buen y muy entretenido guión. ‘Immortals’ resultó todo uh triunfo creativo que aunque no recaudara las masivas cifras de las anteriormente mencionadas, servía de práctica para el nuevo superman, Henry Cavill, y de plataforma parea otras nuevas estrellas de musculoso atractivo como Luke Evans, en un reparto junto a mas consagrados actores de la talla de John Hurt o Mickey Rourke.
Hemos pasado una década y media viendo como la proverbial sabiduría de Woody Allen se iba debilitando, entre medias de cada vez mas intermitentes promesas devuelta a su ingenio habitual -Match Point; Vicky Cristina Barcelona. Quizás por eso resulta tan gratificante que uno de nuestros favoritos contra todo pronóstico haya conseguido el mayor éxito comercial de su larga carrera. Continuando con su periplo europeo, Allen volvía al Paris que inspiró su elogiado musical ‘Todo el mundo dice te quiero’. Con otra comedia romántica salpicada de elementos imaginarios y saltos en el tiempo que recordaban a momentos álgidos de su carrera como ‘La rosa purpura del Cairo’. Como siempre, se beneficiaba de un excelente reparto que incluía apariciones tan extravagantes como la de la misma Madame Sarkozy, junto a estrellas debutando con el director de la talla de Owen Wilson, Marion Cotillard, Michael Sheen y una recreación de Hemingway realizada por Corey Stoll que les robaba la pantalla a todos ellos. ‘Medianoche en Paris’ era demasiado amable para poderse comparar a los mejores trabajos del director neoyorkino, pero ha servido para renovar el interés internacional por su persona y para esperar una vez mas que su próximo proyecto con Penelope Cruz, ‘Bop Decameron’ nos lo devuelva en plenas facultades.
En un año que, acorde con el tono de los eventos sociales, no ha sido particularmente bueno para la comedia, unas cuantas excepciones llegaban cargadas con cierto espíritu iconoclasta. ‘La boda de mi mejor amiga’ se lanzaba durante el verano como una especie de versión femenina de ‘Resacón en las Vegas’. En ella, se esperaba que la antigua alumna del Saturday Night Life, cómica y escritora Kristin Wiig, sobrepasara en divertida vulgaridad a sus equivalentes masculinos. En su lugar, Wiig ofrecía uno de los guiones del año, tan generoso con su largo elenco que les permitía a todos brillar con luz propia (propinando un empujón a las carreras de estrellas televisivas como Melissa McCarthy, que conseguía nominación al Oscar; Rose Byrne de ‘Damages’ o el cómico Irlandes ‘Chris O’Down’, sin olvidar al Mad Men John Hamm). Otro buen ejemplo lo constituía “50/50”, basado en las experiencias reales de Jonathan Levine, compañero de comedia del mas afamado Seth Rogen, tras ser diagnosticado de cancer. El tipo de material que rara vez se trata bajo una perspectiva divertida, funcionaba de maravilla ayudado una vez mas por un excelente cast que incluía al mismo Rogen; Jonathan Gordon-Levitt; Anna Kendrick y , lo mejor de la película, Anjelica Houston en el papel de neurótica madre.
7-Y la mejor peli para pasar un buen rato fué…
El Viejo dicho “el que la sigue la consigue” sirve para describir el modo en que Hollywood finalmente parece estar consiguiendo recrear con éxito ideas ya gastadas, lo que ahora se denominan reboots. Tradicionalmente, muchos se realizaban con la sola idea de seguir ordeñando a una vaca casi agotada, vendiéndoselos a audiencias más jóvenes o despistados fans de las originales. Ejemplos recientes, sin embargo, posteriores al increíble boom de Batman, han visto a algunos estudios corriendo riesgos mayores al contratar a nuevos equipos de escritores, directores y actores mas en boga; algunos de ellos con notables resultados. Los Teleñecos eran claramente una especie en extinción, pero gracias a esta nueva aproximación por obra de parte del equipo de la serie ‘Flight of the conchords’ su reboot se ha convertido en la mejor película familiar del 2011. Todo en ella resulta fresco y gloriosamente puesto al día, desde la elección de cameos (David Grohl; Jack Black) a las tontamente pegadizas canciones de Brett Mackenzie. Con la presencia de Amy Adams y Jason Siegel como sus compañeros humanos, se conseguía lo imposible, hacer que las generaciones del siglo XXI vuelvan a disfrutar con las veteranas creaciones de Jim Henson.
El debutante Jim Loach nos dejaba una de las mas impresionantes operas primas del año en “Oranges & Sunshine”, un sólido drama revelando en oscuro programa de intercambio entre el gobierno Británico con los de Canadá y Australia, con el fin de realojar niños de origen humilde, separándolos de sus familias con la promesa de un futuro mejor en el extranjero. Los niños acabaron en la mayor parte de los casos como mano de obra barata, victimas de todo tipo de abusos en las manos de la iglesia. La historia de la trabajadora social de Nottingham que descubre por casualidad uno de estos casos y convierte en su meta personal el llegar al fondo del escandalo, poniendo en evidencia a todos los países e instituciones involucradas, era narrada con convicción con la ayuda de una excelente interpretación de Emily Watson. Un tipo de cine social con el que Ken Loach, el padre de Jim, se ha fraguado una singular carrera. Sin duda Ken puede sentirse orgulloso del modo en que su descendencia esta tomando el relevo de su impecable legado cinematográfico.
5-El Indie se pone sentimental
Muchos de los trabajos que generalmente se clasificarían como cine independiente, este año resultaban un poco menos arty y mas cercanos a niveles sentimentales habitualmente adoptados por el establishment. De la ganadora en Sundance, ‘Like Crazy’, con su historia de relación a distancia aguada por los problemas que la separación conlleva; una superior comedia romántica que de algún modo se acercaba peligrosamente al limite de lo demasiado emocional; a la críticamente ensalzada vuelta de Alexander Payne, ‘Los Descendientes’, que compartía con el resto de su obra un particular sello de comedia excéntrica, esta vez suavizada mediante una historia de hombre adinerado enfrentándose a problemas familiares tras la accidental muerte de su esposa. Alrededor del globo, el indie sentimental también cotizaba al alza; desde el trágico triangulo de la mas popular novela de Murakami, Tokyo Blues, llevada a la gran pantalla por el autor vietnamita Tran Anh-Hung; a los hermanos canadienses volviendo a sus raíces en el Oriente medio para descubrir el dramático pasado de su recién fallecida madre en la nominada al Oscar ‘Incendies’.
4-La revolución de las actrices
2011 podrá pasar a la historia como el año de la reivindicación, si no de total venganza, para las estrellas femeninas. Después de largo tiempo quejándose por la falta de papeles interesantes para actrices con experiencia en Hollywood, y lo estereotipados que los pocos que existen tienden a resultar, la cosecha de este año parece indicar un cambio notable. Impresionantes imitaciones de Marilyn Monroe por Michelle Williams en ‘Mi Semana Con Marilyn’ y Meryl Streep con ‘La Dama De Hierro’; la reconstrucción que Rooney Mara hace de Lisbeth Salander en la totalmente prescindible versión Americana de ‘Los hombres que no amaban a sus mujeres’; Charlize Theron añadiendo capas de complejidad al rol de una inmadura pécora quien tras un fracaso matrimonial, vuelve a su pueblo para reclamar a su amor de instituto en “Adultos Jóvenes” o el reparto completo de ‘Criadas y Señoras’, todas se las apañaron para trascender las limitaciones que les imponían sus personajes y las películas a las que pertenecían , elevándolos a alturas solo reservadas a los maestros de la interpretación; en muchos de los casos salvando a aquellos filmes de una total mediocridad. ¡¡¡Enhorabuena chicas!!
Sonaba a candidato perfecto para el guilty pleasure del año. La historia de dos hermanos de clase trabajadora, provenientes de una familia rota, padre alcohólico incluido; ambos aprendieron a luchar y ambos forzados por las diversas circunstancias de sus vidas pelear contra el otro para ganar un campeonato mundial en La Vegas. Esta sinopsis no carecía de ninguno de los estereotipos habituales en películas de boxeo, usados y abusados desde tiempos de ‘Rocky’; pero quizás gracias a que el año pasado ‘The Fighter’ reinstaurara para publico y critica a este despreciado subgénero, ‘Warrior’ no solo aparecía como una propuesta fresca frente el aluvión de remakes made in Hollywood, sino que su emocionante guion y trepidante ritmo la elevaban muy por encima de las expectativas mas optimistas. Ofreciendo dos apabullantes actuaciones físicas de Tom Hardy y Joel Edgerton y consiguiendo una nominación al Oscar para el veterano Nick Nolte, nos pudo haber dejado la impresión de lo ya conocido, pero no por ello resultaba menos bienvenida.
Cuando se comenzaba a dudar de la continuidad del formato, ya que muchas versiones en dos dimensiones han recaudado mas que sus equivalentes en 3D, y el IMAX parece reforzarse como la nueva gran apuesta de la industria (Batman), dos de las mayores leyendas vivientes del cine nos entregaban sendas notables contribuciones a la corta historia de la tercera dimensión. Martin Scorsese se salía por completo de su zona de confort para lanzar ‘Hugo’, una película familiar en la que se mezcla la fantasía con uno de los primeros episodios de la historia del séptimo arte; situada en el Paris de los 30 y basada en la vida del inventor y pionero cinematográfico Georges Méliès. Steven Spielberg también visitaba un icono francés, la eterna creación de Hergé “Tintin” recibía una adaptación a la gran pantalla a su altura, ayudado por un equipo de escritores y actores cómicos britanico, incluyendo a Andy Serkis, quien gracias a papeles como el de Caesar en ‘El origen del planeta de los simios’, se ha establecido como el actor experto en captura de movimiento. Entre todos lograron darle el tono adecuado al quizás más popular personaje de comic de todos los tiempos. ‘El secreto del unicornio’ se erigía de largo como el mejor film que Spielberg realizaba este año, muy por encima de su irregular ‘War Horse’.
1-La edad dorada del documental
Pero quizás la mayor sorpresa de todas es la imparable ascensión de la producción documental, tanto en calidad como en cantidad. No solo están conquistando un porcentaje mayor en su exhibición comercial, acaparando a una audiencia adulta que busca alternativas al mero entretenimiento infantiloide; sino que la enorme variedad de sus sujetos y la expansión de sus técnicas lo han convertido en uno de los géneros más excitantes del cine actual. Cinco documentales se encuentran incluidos entre nuestras 40 películas favoritas del 2011. Aparte de ellos, la lista de trabajos igualmente validos es interminable. De la criminalmente ignorada ‘The Interrupters’, describiendo las acciones diarias de un grupo de voluntarios, tratando de reeducar a los muchachos de su vecindario en Chicago para parar el circulo vicioso de violencia que esta destruyendo la vida cotidiana en las calles americanas; o la excelente recopilación de material de los archivos suecos sobre la lucha por igualdad de derechos en la comunidad afroamericana, ‘The Black Power Mixtape”; una emotiva narración de los orígenes y el desarrollo de la pandemia del Sida en “We Were Here’ o el fascinante experimento de ‘Project Nim’, creado para investigar las similitudes entre chimpanzees y humanos con reveladores resultados. Tributos a figuras musicales tan reconocidas como George Harrison por Scorsese; Pearl Jam por Cameron Crowe; y otras que no lo son tanto como ‘Benda Bilili’; una mirada a los retos a los que se enfrenta la prensa tradicional en ‘Page One: The New York Times Story’. Mas un considerable numero de trabajos presentados en festivales que con suerte encontraran su oportunidad en los cines como ‘Darwin’; ‘Better This World’ o la escalofriante narración de los últimos días de un condenado a muerte y el crimen que cometiera en ‘Into The Abyss’ del maestro Werner Herzog.